viernes, 30 de diciembre de 2016

MARWAN

Estar sin ti es jugar al ajedrez contra el insomnio.
Tweet del 2 de marzo de 2015

Fotografía de 2008 del letón Armands Grundmanis titulada «Juego de ajedrez»


miércoles, 28 de diciembre de 2016

JAVIER ASTURIANO

Javier Asturiano, profesor, dos veces campeón de España de Ajedrez por Correspondencia y creador de un hermoso blog sobre ajedrez, Escacultura, es también poeta. Valga como muestra, de momento, este soneto dedicado a los grandes maestros de ajedrez

GRAN MAESTRO

Heroico gladiador de mil culturas
espejo de saber y chispa humana
que con paciente esfuerzo teje, hilvana
delicados compases de figuras.

Profundo navegante de aguas puras
en mágico navío de arte arcana,
que en batallas sin fin pinta, desgrana
combinados retazos de hermosuras.

En su constante vislumbrar interno
busca encontrar esencia que rezume
del complejo entramado de su frente.

¿Sueña quizá en alcanzar lo Eterno
o la ansiada Verdad mientras consume
pequeñas mariposas de la mente?


Schachspieler, Neubert, Willi:

FICHA TÉCNICA
JAVIER ASTURIANO
REPÚBLICA POÉTICA
MURCIA, 2009

WILLI NEUBERT
EL AJEDRECISTA (1964)
ÓLEO SOBRE TABLA. 145 x 119 cm.
COLECCIÓN ESTATAL DE ARTE DE DRESDE

lunes, 26 de diciembre de 2016

ELLEN DAY HALE


La norteamericana Ellen Day Hale fue considerada el prototipo de la «nueva mujer» decimonónica: educada, independiente y capaz de desarrollar una actividad profesional con brillantez y éxito. Formada en París y estilísticamente relacionada con el impresionismo, desarrolló una relevante carrera artística centrada fundamentalmente en el paisaje y el retrato y formó parte de ese grupo de artistas que lograron volver a poner de actualidad la técnica del grabado en el último tercio del siglo XIX. Su labor como mentora de toda una generación de mujeres artistas fue asimismo muy importante.

Poco se sabe de este retrato, titulado «Robbin», que se encuentra actualmente en paradero desconocido. Ni quién es el retratado ni en qué fecha se hizo. Tan solo podemos especular con que el ajedrez tuvo cierta importancia en la formación del modelo como parecen atestiguar las piezas que descansan en el suelo a los pies del muchacho.



domingo, 25 de diciembre de 2016

EL ÁRBOL DE NAVIDAD DE S. KNUDSEN

S. KNUDSEN
50 EXZENTRISCHE SCHACHAUFGABEN, 1910
#2                                                     (10+6)

SOLUCIÓN

viernes, 23 de diciembre de 2016

WEEGEE

Arthur H. Fellig, Weegee para el mundo de la fotografía, es el prototipo del fotógrafo de sucesos. Trabajando fundamentalmente de noche, y con una emisora de onda corta sintonizada en la misma frecuencia que la policía, lo que le permitía llegar a la escena del crimen antes que los propios agentes, Weegee documentaba cualquier acontecimiento noticiable que ocurriera en la ciudad de Nueva York: accidentes, asesinatos, incendios... Para hacer llegar sus fotos a los periódicos con mayor celeridad, instaló un laboratorio fotográfico en el maletero de su coche donde revelaba sus negativos nada más haberlos obtenido.

En 1992, su figura inspiró el personaje principal de la película El ojo público (The Public Eye; Howard Franklin. Universal Pictures, 1992) interpretado por Joe Pesci.

De vez en cuando, Weegee tomaba fotos que no estaban relacionadas directamente con los sucesos, como esta de unos hombres que aprovechan la pausa del almuerzo para disputar una partida de ajedrez en el Washington Square Park de Greenwich Village en Nueva York en 1955.


El tema y la localización debieron gustarle a Weegee porque un año después repitió con estos otros dos hombres que están jugando al ajedrez durante la celebración de un concierto.


miércoles, 21 de diciembre de 2016

ALICIA EN SUNDERLAND

«Alicia en Sunderland» es una novela gráfica del británico Bryan Talbot que tiene como ejes centrales de su estructura una ciudad del noreste de Inglaterra, Sunderland, increíblemente fecunda en leyendas y hechos históricos de relevancia, un fotógrafo y escritor de importancia mundial, Lewis Carroll, y el personaje más emblemático de Carroll, Alicia (tanto en su avatar literario, la Alicia del «país de las Maravillas» y de «a través del espejo», como su modelo en la vida real, Alice Liddell). 

Es formidable la cantidad de anécdotas reseñadas en este libro, apabullante la multitud de personajes históricos o legendarios de los que se nos cuenta su vida, enorme la multiplicidad de puntos de vista y sorprendente la variedad de técnicas empleadas en su composición. Con todo, probablemente esto no es nada comparado con el ingente esfuerzo de documentación que el autor debió realizar para dar cuerpo a esta obra extraordinaria.

Tratándose de Lewis Carroll y de Alicia, raro sería que no hubiera ninguna alusión al ajedrez. Y efectivamente, el libro recoge un homenaje que la ciudad de Sunderland, con la que Carroll estuvo muy vinculado, ofrendó al autor inglés. El Mowbray Park tiene un área infantil que recrea temas de «Alicia a través del espejo», con un irregular tablero de ajedrez y piezas gigantes. Talbot lo dibujo en la obra así...


...de una forma bastante fiel a la realidad, como podemos ver en la siguiente foto de CWhatPhotos.


FICHA TÉCNICA
BRYAN TALBOT
ALICE IN SUNDERLAND
RANDOM HOUSE MONDADORI. BARCELONA, 2010
TRADUCCIÓN DE RAÚL SASTRE LETONA

lunes, 19 de diciembre de 2016

ZSA ZSA GABOR

Zsa Zsa Gabor...classic beauty reminds me I need to learn how to play chess:

Ha fallecido la actriz Zsa Zsa Gabor con cerca de 100 años. Más famosa por sus nueve matrimonios que por su trabajo interpretativo, su figura es una suerte de prefiguración del moderno concepto de celebridad, aquellos que son famosos más que nada por el hecho de ser famosos (sea como sea que se consiga esto).

La Gabor escribió un libro How to Catch a Man (Cómo cazar un marido) y, a diferencia de sus múltiples epígonos, tenía duende. No me resisto a transcribir tres perlas: «creo en las familias numerosas, toda mujer debería tener al menos tres maridos», «a un hombre no le conoces bien hasta que no te has divorciado de él» y la que resume perfectamente su filosofía, «nunca he odiado lo suficiente a un hombre como para devolverle sus joyas».

De vez en cuando, jugaba al ajedrez con las piezas colocadas de una manera sui generis.

La fotografía se tomó en el set de «Moulin Rouge» (John Huston; Universal Artist, 1952). Zsa Zsa se dispone a jugar contra su tercer marido, George Sanders.

UN PEU, BEAUCOUP, AVEUGLÉMENT!


Un peu, beaucoup, aveuglément! (Tras la pared; Cine Nomine et alii, 2015) es una película del realizador francés Clovis Cornillac. Comedia romántica, presenta a un excéntrico y misántropo inventor y diseñador de juegos, interpretado por el propio Cornillac, que vive aislado en un pequeño apartamento donde solo recibe las esporádicas visitas de su hermano Artus (Philippe Duquesne).

Uno de sus inventos es el conjunto de tableros de ajedrez que podemos ver en los fotogramas que ilustran esta nota. En la película no se le da ningún nombre a este juego ni se explican sus reglas pero se deduce que las normas no difieren del ajedrez clásico y lo que se hace es, simplemente, jugar siete partidas simultáneamente. Es de suponer que el vencedor del juego sea el que alcance al menos 3 puntos y medio.

Mi querida amiga Covadonga Pendones fue quien me habló de esta película.

 





viernes, 16 de diciembre de 2016

EX LIBRIS JAMES J. BARRETT

Ex Libris de James J. Barrett, coleccionista de libros y memorabilia relacionados con el ajedrez y redactor durante un tiempo de la columna de ajedrez del Buffalo Courier Express.

miércoles, 14 de diciembre de 2016

EL PLAN B DE KRISTIN KWAN


Kristin Kwan es una ilustradora estadounidense que explora en su trabajo el universo infantil desde una perspectiva fantástica que incluye ciertos toques de perversidad y un sutil humor negro. En su obra abundan las representaciones de animales, frecuentemente humanizados, que ejercen un fuerte protagonismo en las composiciones.

En la acuarela que encabeza esta nota, titulada «The Back Up Plan» —El plan B—, el periquito ha sabido dar el más difícil de los mates elementales a la niña, el de alfil y caballo contra rey, aunque solo ha podido imponerse gracias a un grave error de ella. Efectivamente, en la posición presente en el tablero, que por cierto está mal aparejado con un cuadro negro a la derecha, el mate solo pudo ser posible porque la niña arrinconara a su propio rey en la última jugada o, ¿quién sabe?, por las malas artes del periquito.

Esto entronca con las preocupaciones de la artista en la época en que realizó la obra que giraban en torno al sentido último de la victoria (o de la derrota) y sobre los difusos límites que separan el seguir o no seguir las reglas del juego. 

Puede que la niña haya sucumbido ante el periquito; sin embargo, la aviesa mirada del enorme gato que descansa a sus pies nos avisa, cobrando de esta forma sentido el título de la obra, de que a lo mejor no se ha dicho todavía la última palabra.

Quiero agradecer la gentileza de la artista a la hora de responder a mis preguntas sobre su trabajo.

FICHA TÉCNICA
KRISTIN KWAN
THE BACK UP PLAN
ACUARELA SOBRE PAPEL. 76,2 x 55,9
COLECCIÓN DE LA ARTISTA

lunes, 12 de diciembre de 2016

PATERSON


—Vaya paliza me están dando.
—¿Con quién juegas?
—Conmigo mismo.
Escena de la película «Paterson» (Jim Jarmusch; Amazon Studios y K5 International, 2016). Paterson, interpretado pot Adam Driver, poeta y conductor de autobús, mantiene esta conversación con Doc, Barry Shabaka Henley, propietario del bar Shades, donde Paterson recala todas las noches para tomar una cerveza. Doc es un contumaz aficionado al ajedrez, participante en torneos de fin de semana y nunca se separa mucho de su tablero. 

viernes, 9 de diciembre de 2016

RIKI BLANCO


Ilustración de Riki Blanco para la portada del suplemento Cultura|s del diario «La Vanguardia» correspondiente al sábado, 3 de diciembre de 2016. La ilustración se refiere a una serie de artículos de Kiko Amat publicados bajo el título genérico de «Poder y drogas».

miércoles, 7 de diciembre de 2016

COPLESTON vs RUSSELL

Si uno rehúsa incluso sentarse al tablero y hacer una jugada, desde luego no recibirá mate.

Esta frase expresa la frustración que sintió Frederick Copleston ante la afirmación de Bertrand Russell de que no había ninguna razón para la existencia del Universo y que por lo tanto no tenía ningún sentido esforzarse en intentar encontrar una.



Bertrand Russell retratado jugando al ajedrez con su hijo
John Conrad por Peter Stackpole en abril de 1940


El sacerdote jesuita Frederick Charles Copleston, profesor de filosofía en el Colegio Heythrop, dependiente de la Universidad de Londres, y el conocido filósofo y matemático Bertrand Russell, profesor en varias de las más prestigiosas universidades inglesas y estadounidenses, mantuvieron un debate público en 1948, retransmitido por la BBC, sobre la existencia de Dios. La cita que da pie a esta nota hay que en entenderla en el contexto de dicho debate

lunes, 5 de diciembre de 2016

EL TABLERO AFRICANO


Viñeta del galés Leslie Gilbert Illingworth (publicada en el Daily Mail el 20 de octubre de 1.942), uno de los grandes caricaturistas políticos de la época de la II Guerra Mundial. Era frecuente que Illingworth recurriera al ajedrez para ilustrar los conflictos entre las potencias en guerra (caliente o fría), como tuvimos ocasión de ver aquí y aquí.

En esta viñeta ilustra el complicado tablero africano durante la II Guerra Mundial. Liberia tenía una gran importancia estratégica porque poseía una de las pocas reservas de caucho disponible para los aliados. Por ello los Estados Unidos firmaron un acuerdo de defensa con dicho país, que después de todo había sido fundado por esclavos norteamericanos liberados, que desembocaría en la declaración de guerra de Liberia contra Alemania y Japón en enero de 1944. Dicha declaración permitió el ingreso del país africano en las Naciones Unidas.

Volviendo a la viñeta, el movimiento de los Estado Unidos en Liberia hace temblar a las fuerzas del eje. Entre los trebejos distinguimos a Franco, a Petain, a Mussolini, a Hitler, secundado por Rommel y a Stalin, pero no logro reconocer ni al bigotudo que aparece entre Petain y Mussolini ni al barbudo que aparece a la izquierda de Stalin. ¿Alguien tiene alguna idea?

Visto en Cartoones, actualmente Historia gráfica.
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Gracias a Martin Krug, un amable lector del blog, hemos averiguado quiénes son los personajes que nos faltaban. Se trata de Hermann Goering, el alemán que aparece al lado de Stalin, y de Pierre Laval, jefe de Gobierno de la Francia de Vichy.

viernes, 2 de diciembre de 2016

KEN GAMES. FEUILLE


El segundo volumen de la trilogía Ken Games, obra de los españoles José Robledo (guion) y Marcial Toledano (dibujos), publicada entre los años 2009 y 2010 en Francia, por Dargaud, y en España, por Diábolo, y de la que hablamos extensamente aquí, tiene una sola referencia al ajedrez.

Uno de los protagonistas, el boxeador/matemático Pierre, visita a su rival en el ring, Coligny, que le invita a una partida de ajedrez cuyo desenlace conoceremos en el tercer volumen de la serie. 

miércoles, 30 de noviembre de 2016

EN EL BÉISBOL HAY ALGO DE AJEDREZ...


En el béisbol hay algo de ajedrez y en el fútbol hay mucho de guerra.

"¿Fútbol o béisbol?" Artículo de Iván de la Nuez en Jot Down, mayo de 2012.



Viñeta de Charles Bell de los prolegómenos de las series mundiales de 1929 de béisbol que enfrentaron a los Philadelphia Athletics, con su propietario-entrenador Cornelius McGillicuddy, conocido como Connie Mack, a la derecha y  los Chicago Cubsque entrenaba Joe McCarthy, a la izquierda. Mientras, las mascotas de ambos equipos intercambian bravatas a los pies de los entrenadores. Un elefante por parte de los Athletics y... Bueno, la mascota de los Chicago Cubs se supone que era un oso.

Antes de empezar la serie, se suponía que el encuentro iba a ser un juego de estrategia entre ambos entrenadores, que en la viñeta empuñan a sus respectivos lanzadores, de ahí que la prensa de la época señalara que la serie iba a ser como una partida de ajedrez. Finalmente, Phladelphia se impuso por 4 a 1. T eso que los Cubs no padecían en 1929 la maldición que les ha tenido más de 70 años alejados del título. Lo de la maldición tiene su gracia. Veamos:

Los cachorros habían sido un equipo muy exitoso desde finales del siglo XIX hasta la primera mitad del del XX, acumulando diez triunfos en su división y 2 victorias en las series mundiales. Todo se truncó en 1945 cuando un tabernero griego de nombre Billy Sianis se presentó al estadio con su cabra. Sí, con su cabra que se llamaba Murphy y tenía entrada. Sin embargo, alegando que el mal olor de Murphy molestaba a los aficionados, la cabra fue expulsada de las instalaciones. A Sianis esto le sentó fatal y lanzó la maldición de la cabra: los Cubs no volverían a ganar si no permitían entrar a la cabra. Pues así pasó, oigan. Los Cubs perdieron aquel partido y nunca volvieron a ganar una serie mundial. Algunas derrotas se produjeron teniéndolo todo a favor y resultaron inexplicables para los aficionados, lo que no hizo sino fomentar la leyenda de la maldición. 

A lo largo de los años, los aficionados han hecho de todo para intentar desactivar la maldición. Desde llevar a Sócrates, descendiente directo de Murphy, a pastar al campo de juego hasta crear una ONG, Reverse the Curse, que dona cabras a comunidades necesitadas de todo el mundo. Nada funcionó.

Por fin, este año, los Cubs han roto la maldición y se han alzado, 71 años después, con el triunfo en las series mundiales de 2016. No se sabe qué han hecho para acabar con la maldición, probablemente jugar bien.

lunes, 28 de noviembre de 2016

LA BATALLA DE CLAREMONT ROAD


El fotógrafo sudafricano Gideon Mendel tituló el reportaje que realizó en 1994 sobre la protesta ciudadana contra la construcción de una autopista en un distrito de Londres «La batalla de Claremont Road».

Los preámbulos de esa batalla fueron los siguientes. En los años 90 del pasado siglo, las autoridades del Departamento de Transporte de Londres diseñaron una carretera de desvío, conocida como M-11, cuya construcción implicaba el derribo de 350 casas, con el consiguiente desplazamiento de las personas que allí habitaban, y la tala de un bosque. Ahorrarse seis minutos de trayecto en coche costó todo eso. ¡Ah, y 240 millones de libras!

El proyecto contó con el decidido rechazo de los afectados y de todo tipo de activistas que acudieron en ayuda de los árboles y de los vecinos. Unos y otros resistieron todo lo que pudieron ante el avance de las excavadoras que poco a poco fueron abriendo camino, derribando edificios, desalojando vecinos y cortando árboles. Al poco tiempo solo resistían un puñado de casas en Claremont Road. Allí se libró la batalla final que por supuesto perdieron los activistas, los árboles y los vecinos. 

Lo notable de la batalla fue que en ella se desarrollaron una serie de estrategias de resistencia inéditas. Lo más importante: fue una resistencia pacífica, creativa e imaginativa en la que se mezclaron manifestaciones artísticas con propuestas urbanísticas. Alguien definió esta última batalla como una performance continua. Muchos artistas acudieron al lugar en un intento de alcanzar el viejo anhelo vanguardista de reconciliar el arte con la vida. 

En los momentos de descanso, los activistas jugaban al ajedrez con juegos fabricados por ellos mismos con objetos rescatados de la basura.

No sorprenderá saber que, al poco tiempo de inaugurada, la carretera de desvío M-11 se colapsaba a diario. ¡Ya hacía falta otra carretera! And so on.


viernes, 25 de noviembre de 2016

BODAS EN BURGOS


Fueron se pora Burgos      quanto ir se podieron,
Luego que alli llegaron,     grandes bodas fezieron:
Non alongaron plazo,     bendiciones prendieron,
Todos, grandes e chicos,     muy grand gozo ovieron.
Alançavan tablados     todos los caballeros,
A tablas e escaques     jugan los escuderos,
d’otra parte matavan     los toros los monteros
avie y muchas çitulas     e muchos de violeros.
Fazian muy grand gozo     que mayor no podian,
Dos bodas, que non una,     castellanos fazian:
Una, por su señor,     que cobrado avian,
Otra por que entramos     bendiciones prendian.

La ilustración procede del blog St. Thomas guild

Versión actualizada por la página Condado de Castilla.

Se fueron para Burgos en cuanto pudieron, / una vez que llegaron, grandes bodas hicieron: / no alargaron el plazo, bendiciones pidieron, / todos, grandes y chicos, mucha alegría tuvieron. / Alanceaban tablados todos los caballeros,/ a tablas y ajedreces juegan los escuderos, / de otra parte mataban toros los monteros, / había allí muchos citoles y muchos violeros. / Mostraban un gran gozo, más no podían, / dos bodas, que no una, los castellanos hacían: / una, por su señor, que recobrado habían, / otra, porque los dos bendiciones recibían.

FICHA TÉCNICA 
POEMA DE FERNÁN GONZÁLEZ
EDICIÓN A CARGO DE JUAN VICTORIO
CÁTEDRA. MADRID, 1981

ILUSTRACIÓN
DOS HOMBRES JUGANDO AL AJEDREZ
SCHACHZABELBUCH, 1464/1465

miércoles, 23 de noviembre de 2016

EN LAS CALLES DE... BANTEN (INDONESIA)

130914 054 Banten

En las calles de Banten Lama, en la provincia más occidental de Java, Indonesia. 

Banten Lama fue la capital de un poderoso sultanato entre los siglos XVI y XIX. La foto fue tomada en 2013 por el fotógrado noruego Carl Ottersen en los puestos de comida situados en un parque emplazado justo en zona donde una vez se irguió el palacio del Sultán.

lunes, 21 de noviembre de 2016

UN PAR DE OJOS AZULES

Que el ajedrez era algo que formaba parte habitual del ocio de la sociedad británica, en ese larguísimo periodo histórico conocido como época victoriana (1837-1901; es decir, prácticamente todo el siglo XIX) es algo sabido por la frecuencia con la que los pioneros de la fotografía tomaban como modelos a gente que estaba enfrascada en el juego. En ARTEDREZ hemos visto ejemplos de William Henry Fox-Talbot —uno de los padres de la fotografía— quien retrató a los intelectuales de su círculo jugándolo; del reverendo Charles Lutwidge Dogson —más conocido por su nombre artístico de Lewis Carroll— quien retrató a sus familiares, a los hijos de sus amigos y a los artistas de su época también empeñados en mover madera; de Oscar Gustav Rejlander quien lo utilizó para sus alegorías y, por último, de un sin fin de fotógrafos anónimos que retrataron a gente también anónima reunida en torno a un tablero de ajedrez. Los dibujantes políticos tampoco fueron ajenos al hecho e incluso la propia reina Victoria fue retratada jugando al ajedrez.

Ambrotipo, circa 1850, de un fotógrafo británico desconocido

La literatura no podía ser menos. Y de forma especialmente significativa nos encontramos con el ajedrez en una de las primeras novelas de Thomas Hardy, A Pair of Blue Eyes (Un par de ojos azules) publicada en 1873. La novela, en gran parte autobiográfica, narra la historia de Elfride Swancourt —la poseedora de los ojos azules del título— y de los dos pretendientes que la cortejan consecutivamente. Elfride es hija de un pastor protestante muy venido a menos aunque de noble ascendencia.

La escritura de Hardy es un vehículo de denuncia de una sociedad hipócrita y clasista y de las instituciones que la sustentan, entre ellas, notablemente para el novelista, el matrimonio. Esto no le hizo especialmente popular entre la gente «bien» de su tiempo, los retratados fundamentalmente en sus libros, que lo tachó de inmoral. Como si el problema estuviera en el denunciante y no en lo denunciado. Algo que por cierto seguimos sufriendo hoy en día con irritante frecuencia.

Después de lo dicho en el primer párrafo, no sorprenderá saber que el cortejo entre Elfride y sus pretendientes se desarrolle parcialmente en torno a un tablero de ajedrez. Una de las actividades que una pareja sin vínculos familiares podía desarrollar sin contravenir las estrictas normas de conducta victorianas.

George C. Watson
Check mate, s/f
Óleo sobre liezo. 26 x 98 cm.
Colección particular

El primer pretendiente es un joven de humilde extracción pero con buena educación y un futuro prometedor, Stephen Smith. Un error del padre de Elfride, suponiendo que el joven pertenece otros Smith, estos de rancio abolengo, le hace actuar como celestino e intentar interesar a su hija en el joven ayudante de un arquitecto.

… alguien propuso una partida de ajedrez.

(...)

Elfride pronto se dio cuenta de que su oponente no era más que un aprendiz.

(...)

Elfride jugaba de memoria; Stephen, pensando. Era una crueldad absoluta darle jaque mate después de todo lo que se había esforzado, pensó Elfride. ¿Hasta que grado de deshonestidad podía llevarle su compasión? A dejar que fuera él quien le diera jaque mate. Iniciaron una segunda partida; y como ella era absolutamente indiferente al resultado (jugaba mucho mejor de lo que era normal entre las mujeres, y lo sabía), le permitió a Stephen que volviera a darle jaque mate. Una última partida, en la que ella adoptó el gambito Muzio como apertura, acabó con la victoria de Elfride en el vigésimo tercer movimiento.

(...)

—¡Se ha estado burlando de mí! —exclamó Stephen sonrojándose—. ¿Me ha dejado ganar en las dos partidas anteriores?

La cara de Elfride reveló su culpa. Stephen era la imagen de la irritación y la tristeza, y aunque por un momento le causó satisfacción a Elfride, al instante siguiente le hizo lamentar su error.

—¡Señor Smith, perdóneme! —dijo con voz dulce—. Antes no se me ocurrió, pero ahora me doy cuenta de que lo que he hecho parece un desprecio hacia su destreza en el juego. Pero no era esa mi intención. No podía, en conciencia, hacerme con el triunfo en las dos primeras partidas, en las que usted combatió con desventaja y de manera tan valerosa.

Stephen aspiró profundamente y murmuró con amargura:

—¡Ah, es usted más inteligente que yo. Puede hacer cualquier cosa, ¡y yo no puedo hacer nada! ¡Oh, señorita Swancourt! —dijo prorrumpiendo a hablar desaforadamente, el corazón en un puño—. ¡Debo confesarle cómo la amo!

Pero el padre de Elfride descubre el verdadero origen de Stephen, algo que él nunca ha ocultado, y prohibe terminantemente la relación entre los jóvenes. Estos, no obstante, se prometen en secreto y Stephen parte hacia la India para intentar hacer fortuna y ser así admitido por la familia de Elfride; el dinero, aunque no las borraba de un plumazo, mitigaba mucho las diferencias de clase.

Pareja jugando al ajedrez en un jardín
Tarjeta postal de autor anónimo, 1901

Pero hizo el tiempo su labor y la pasión comenzó a enfriarse. Inesperadamente entra en escena Henry Knight, quien casualmente había sido mentor y amigo de Stephen Smith y responsable de su educación. Knight es un caballero. Abogado, editor y crítico literario. Pronto los modales, la distinción, la mayor experiencia y edad de Knight, junto con el enérgico celestineo de la familia, empiezan a ejercer su influjo sobre Elfride.

En la sala, después de estar en compañía del señor y al señora Swancourt durante una hora, Knight se encontró de nuevo con Elfride, quien había estado examinando un problema de ajedrez en una revista ilustrada.

—¿Le gusta el ajedrez, señorita Swancourt?

—Sí, es mi juego científico favorito; de hecho, él único. ¿Usted juega?

—He jugado, aunque no últimamente.

—Rétale, Elfride —la animó el rector—. Mi hija juega muy bien para ser una mujer, señor Knight.

—¿Jugamos? —preguntó tímidamente Elfride.

Desde luego. Estaré encantado.

A diferencia de la primera vez, donde Elfride se enfrentó a un inexperto y torpe Stephen, Knight demuestra ser más hábil que la muchacha. Las partidas van cayendo del lado del huésped. Algo que Elfride no acepta de buen grado e insiste una y otra vez en jugar y perder. Incluso, pretende que le perdonen los errores.

No soporto la despiadada actitud de los clubs y los jugadores profesionales como Staunton y Morphy. ¡Cómo si realmente importara si ya has soltado la pieza o no!

Knight sonrió de manera tan implacable como antes, y siguieron jugando en silencio.

—Jaque mate —dijo Knight.

—Juguemos otra partida —dijo perentoriamente Elfride; se la veía bastante acalorada.

—Encantado —dijo Knight,

—Jaque mate —dijo Knight al cabo de cuarenta minutos.

—Otra partida —dijo ella muy decidida.

—Le doy un alfil de ventaja —le dijo Knight muy amablemente.

—No, gracias —contestó Elfride en un tono que pretendió ser de cortés indiferencia pero que, de hecho, resultó muy displicente.

—Jaque mate — dijo su oponente sin la menor emoción.

¡Qué diferente el estado de ánimo que experimentaba Elfride en ese momento y el de cuando cometió errores a propósito para que Stephen Smith pudiera ganar!

Por la noche, Elfride no consigue dominar su orgullo herido y ve crecer sus ansias de venganza. Coge un ejemplar de Chess Praxis  de Staunton de la biblioteca de su padre y se pasa la noche estudiándolo. A la mañana siguiente, durante el desayuno, vuelve a retar a Knight.

—Juguemos otra partida.

—¿Cuándo?

—Ahora mismo, en cuanto hayamos desayunado.

—Tonterías, Elfride —dijo su padre—. Te vas a convertir en una esclava de ese juego.

Pero Elfride se sale con la suya y la partida comienza. En el transcurso de la misma, Elfride se va poniendo progresivamente nerviosa.


George Goodwin Kilburne
A game of Chess, s/f

Colección particular

Al final y en un recurso especular con la primera partida disputada, Knight intenta dejarse ganar intencionadamente para contentar a su rival. Elfride, por supuesto, se percata inmediatamente de ello.

—¡Sé lo que está haciendo! —exclamó. La cólera coloreó sus mejillas, sus ojos mostraron indignación—- ¡Se le ha ocurrido dejarme ganar para complacerme!

—No me importa admitir que es cierto —respondió Knight flemático, y lo pareció aún más en contraste con la agitación de Elfride.

—No debe hacerlo, no pienso tolerarlo.

—Muy bien.

—No, eso no servirá de nada. Insisto en que me prometa no hacer algo tan absurdo. ¡Eso es insultarme!

—Muy bien, señora. No haré algo tan absurdo. Usted no ganará.

—¡Eso habrá que verlo!

Pero Elfride vuelve a perder. Incapaz de soportar la humillación, se retira a sus aposentos y cae enferma. El doctor que acude a visitarla le prohíbe volver a jugar al ajedrez.


Al final, Knight termina enamorándose de Elfride pero su compromiso se ve truncado cuando el caballero descubre que la joven había tenido relaciones con Stephen Smith tiempo atrás y la rechaza por ello. Una estúpida convención más. Elfride terminará casándose con un tercer galanteador, pero su corazón está roto y morirá de parto pocos meses después. La vida de tres personas se ha visto moldeada por unas convenciones tan rígidas como hipócritas.

Ni Elfride, veleidosa, caprichosa, inmadura y fácilmente manipulable por su entorno, sobre todo por su padre, del que ha recibido una educación deficiente por el mero hecho de  ser mujer; ni su padre, ridículo en su pretensión de nobleza y que se casa sin amor para favorecer el impulso social que quiere dar a su hija; ni Knight, caballero de exquisita educación pero envarado, rígido y henchido de prejuicios hasta no poder más son personajes simpáticos. Si acaso, el primer pretendiente, Stephen, trasunto del propio Hardy, parece sentir un amor verdadero por Elfride, aunque su lucha toma la forma de una huida, ceder a los convencionalismos de la época e ir a ganar fortuna dejando a su amor detrás. Aquí hay que acotar que Hardy se casó con su mujer en contra de la opinión categórica de las familias de ambos. Sabía, pues, de qué estaba hablando.

Pero Hardy, queriendo fustigar los prejuicios de la sociedad, tampoco escapa del todo a ellos. Eso se ve sobre todo en la caracterización de los personajes femeninos como débiles y necesitados de guía.

La madrastra de Elfride mantiene la siguiente conversación con Knight:

¡Primo Knight, ¿en qué estabas pensando? Su tierna inteligencia no soporta que la estrujen como si fuera tu gran cerebro. Deberías haberle prohibido terminantemente que volviera a jugar.

Desde luego, Knihgt no da indicio alguno de tener un gran cerebro en su relación con Elfride, más bien al contrario. Y el médico que la atendió después de su indisposición tras jugar la partida de ajedrez, ocasionada más por el enfado por sentirse minusvalorada y la humillación de la derrota que por el esfuerzo realizado, remató la jugada:

...afirmó que el sistema nervioso de Elfride estaba bastante alterado; le recetó un bebedizo para aliviarla y dio orden de que bajo ningún concepto volviera a jugar al ajedrez.

George Goodwin Kilburne
Un caso desesperado, s/f
Óleo sobre lienzo. 76,9 X 16,7 cm.
Colección particular
Los dos encuentros ajedrecísticos ocupan un lugar central en la evolución de la trama, ofreciendo, como se ha dicho más arriba, una visión especular uno con respecto del otro. En ambos casos el vencedor en la contienda es el más experimentado, no solo en el juego, sino también vitalmente. Pero mientras la victoria de Elfride es un estímulo más para el enamoramiento del joven Stephen, que se contenta con la simple adoración de la muchacha; la derrota de la joven ante Knight se transforma en humillación. Se siente despreciada, ni siquiera merecedora de la atención de su rival y, finalmente, minusvalorada cuando descubre que Knight se está dejando ganar. Cuanto mayor es su derrota, más necesidad siente de intentar demostrarle su capacidad intelectual. Es durante el segundo encuentro ajedrecístico cuando los sentimientos de Elfride basculan de forma decisiva hacia Knight. Las promesas hechas a Stephen le parecen algo propio de niños y el mismo Stephen alguien infantil e inmaduro. De alguna forma, el ajedrez simboliza esa transición; la victoria de Knight lo sitúa en un plano superior, inalcanzable y, por lo tanto, deseable.

En cuanto a lo puramente ajedrecístico, en 1873, fecha de publicación de la novela, el jugador más fuerte del mundo era sin discusión Wilhelm Steinitz, estando tanto Morphy como Staunton —que moriría al año siguiente— retirados. Sin embargo, parece lógico que Hardy citara a los mencionados, antes que al ajedrecista centroeuropeo, porque ambos serían más cercanos al lector anglosajón no especializado en ajedrez

El libro de Staunton que se cita en una de las partidas entre Knight y Elfride, Chess Praxis, fue editado en 1860 y es un colofón a su gran obra, The Chessplayer's Handbook, que había publicado en 1847. Ambos libros debían ser parte de la biblioteca privada de cualquier aficionado al ajedrez y aun de la gente meramente interesada en el juego. Gran parte de esta obra se dedica a glosar la figura de Morphy y es probable que Hardy poseyera un ejemplar.

El gambito Muzio, mencionado por primera vez en el libro de Alessandro Salvio Trattato dell'Inventione et Arte Liberale del Gioco Degli Scacchi, Nápoles 1604, es una de las variantes más agresivas del gambito de Rey. Fue popularizado en la Inglaterra del siglo XIX por las obras de Jacob H. Sarratt, en especial en A New Treatise of the Game of Chess, Londres, 1828.

FICHA TÉCNICA
THOMAS HARDY
UN PAR DE OJOS AZULES
EDICIONES DEL BRONCE. BARCELONA, 2001
TRADUCCIÓN DE DAMIÁN ALOU