martes, 20 de septiembre de 2011

TANTO MEJOR SI NO SABE JUGAR AL AJEDREZ...

Rober Filliou fue un artista francés vinculado a Fluxus


Hasta los años 60, fecha en la que comenzó sus actividades artísticas, Filliou ya había tenido una vida agitada. Estudió en Nimes, se afilió al partido comunista y participó en la resistencia contra los nazis durante la II Guerra Mundial, emigró a los EE. UU., trabajó para Coca-Cola, se graduó en Economía por la Universidad de California y trabajó en Corea dentro de los programas de desarrollo económico patrocinados por la ONU después de la guerra de 1950. 


La estética de Filliou se fundamenta en lo lúdico, lo efímero, lo inútil, lo azaroso. En general, su práctica se aleja tanto de la solemnidad como de la perdurabilidad. Son pequeños guiños cómplices de impacto reducido. Durante años se paseó por París con una galería portátil que cabía en un sombrero. Ni siquiera se preocupaba por la distribución:
No considero que el comportamiento artístico consista en producir obras de arte. Crear obras de arte es una actividad de intercambio. Para mí, la actividad artística es una actividad espiritual que todos los artistas practican. (1)
Un arte de ideas, más que de realizaciones prácticas. Y arte de participación ya que muchas de las obras requieren una aproximación activa por parte del espectador (por parte del coautor).


Una de sus primeras obras, un dispositivo para componer poemas, consistía en dos ruedas de bicicleta, a modo de ruletas, que podían ser accionadas por el público. Cuando se detenían, señalaban aleatoriamente una frase o una palabra. Repitiendo la acción un poema se iba componiendo poco a poco. 


En 1966 formuló sus "Principios de Economía Poética" en los que abogaba resueltamente por lo improductivo: la alegría, el deseo, el placer. En definitiva, la vida.


En 1970 se autoproclamó "genio sin talento" y añadió que consideraba que la mayor parte de la Humanidad no alcanzaba la genialidad por estar demasiado ocupada desarrollando su talento.


El mismo se definió como "empresario de cedillas que sonríen" nombre sacado de la galería que abriera junto a George Brecht, "La cedilla que sonríe". Allí intentó desarrollar una obra, "Incordios subversivos" la llamaba, que subvirtiera los valores imperantes: afianzar el juego frente a la productividad. Hacer, en definitiva, el mundo más humano.


¿Qué es pues el arte para Filliou? El mismo lo resumió en la siguiente sentencia: "El arte es aquello que hace a la vida más interesante que el arte".




La obra que presentamos es un tablero de ajedrez de viaje de los que se doblan por la mitad para crear una caja en la que albergar las piezas del juego. En este caso la caja está vacía. Un cartel en el exterior reza: "Caja optimista nº 3. Tanto mejor si no sabe jugar al ajedrez..." y otro en el interior cierra la frase: "...así no imitará a Marcel Duchamp. Robert Filliou."


(1) Citado por Pedro Donoso en "Un tal Robert Filliou, empresario de cedillas"


FICHA TÉCNICA
ROBERT FILLIOU
OPTIMISTIC BOX Nº 3
MADERA, 3x12x6 cm.
REMSCHEID, GERMANY: VICE VERSAND, 1968

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