lunes, 26 de enero de 2009

WILT CHAMBERLAIN

El archivo fotográfico de la mítica revista Life es accesible desde hace unos cuantos meses a través de google. Gracias a ello podemos tener acceso a imágenes tan insólitas como la que les muestro hoy:

En ella vemos al baloncestista estadounidense Wilt Chamberlain, en aquel entonces jugando para el equipo de la Universidad de Kansas, estudiando las posiciones de ataque y defensa de su deporte con la ayuda de piezas de ajedrez.

La fotografía se publicó en 1957 y es obra de George Silk.

lunes, 19 de enero de 2009

EL JUGADOR DE AJEDREZ DE MAELZEL


Hoy, 19 de enero de 2009, se cumplen 200 años del nacimientos de Edgar Allan Poe. Ya dimos cuenta en estas páginas de las opiniones sobre el ajedrez de Poe, expresadas en “Los crímenes de la calle Morgue” (la versión original puede consultarse aquí), en una entrada de la serie “contra el ajedrez”.

Ahora proponemos, como homenaje en su bicentenario, la lectura del otro título de Edgar Allan Poe que tiene que ver con el ajedrez: “el jugador de ajedrez de Maelzel.

Dicho jugador no es otro que “el Turco”, el ingenio creado por el barón von Kempelen que fue paseado, por su creador y después de su muerte por Maelzel, por las cortes de media Europa, para pasmo de aristócratas y nobles, y que pasaba por ser un autómata que jugaba al ajedrez sin ninguna intervención humana. “El Turco” vencía invariablemente a sus rivales no en vano varios prestigiosos jugadores de ajedrez ocuparon un lugar en el interior del autómata. “El Turco” era una farsa, claro está.

La obra de Poe es un intento de desvelar esa farsa. Analiza pormenorizadamente los movimientos de Maelzel mientras enseña el interior del autómata al público, intenta entender cómo funcionan los mecanismos que dotan de movimiento al muñeco y concluye que dentro hay un jugador escondido.

Aunque ya otros escritores habían expresado sus sospechas sobre el autómata, la obra de Poe es la que ha tenido más trascendencia. Fue publicada en 1836 en el Southern Literary Messenguer.

Pese a ello, quizá por ello, “el Turco” ha tenido un gran éxito en el mundo del arte, de la literatura, hay varias las novelas en la que aparece como elemento importante de la trama, y del cine. Alguna de estas obras ya ha aparecido aquí. Poco a poco intentaré mostrarles las demás.


miércoles, 14 de enero de 2009

DE APUESTAS I

El ajedrez estuvo muy vinculado en sus orígenes a las apuestas. La condena del juego que con extraña unanimidad hicieron las tres religiones monoteístas tiene una de su justificaciones en su existencia y proliferación.

Vamos a iniciar una serie de artículos para mostrar las cosas, muchas veces insólitas, que la gente se jugó con un tablero de ajedrez por medio. Por supuesto, desde la perspectiva de la creación artística.

En el primer caso, extraído del Romancero, lo que se apuesta son ciudades. No en vano los jugadores son gente de posibles.

ROMANCE DE FAJARDO

Jugando estava el rey moro
y aun al axedrez un día
con aquesse buen Fajardo,
con amor que le tenía.
Fajardo jugaba a Lorca
y el rey moro a Almería;
xaque le dio con el roque,
el alférez le prendía.
A grandes bozes le dice el moro:
-La villa de Lorca es mía.
Aí hablara Fajardo,
bien oiréis lo que dezía:
-Calles, calles señor rey,
no tomes la tal porfía,
que aunque tú me la ganasses
ella no se te daría:
cavalleros tengo dentro
que te la defenderían.
Allí hablara el rey moro,
bien oiréis lo que dezía:
-No juguemos más, Fajardo,
ni tengamos más porfía,
que sois vos tal cavallero
que todo el mundo os temía.

Un artículo publicado en una vieja revista, firmado por Francisco Escobar, correspondiente de la Real Academia de la Historia, nos ayuda a situar el romance.

Fajardo es don Pedro Fajardo Quesada, adelantado del reino de Murcia, y el rey moro, Abu `Abd Allah, conocido como el Zagal. La partida se disputaría en Lorca, donde el Zagal estaba refugiado huyendo de su hermano Muley Hacén, rey de Granada, durante una de las constantes guerras civiles que el reino nazarí padeció a finales del siglo XV.

Por último, es evidente que el buen Fajardo no se comportó precisamente con la deportividad que se espera de un ajedrecista.

FICHA TÉCNICA

EL ROMANCERO
ESTUDIO CRÍTICO DE GIUSEPPE DI STEFENO
NARCEA S. A. DE EDICIONES. MADRID, 1978

UNA PARTIDA DE AJEDREZ
FRANCISCO ESCOBAR
REVISTA DEL CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DE GRANADA Y SU REINO.
TIPOGRAFÍA DE EL DEFENSOR. GRANADA, 1921.

martes, 6 de enero de 2009

JAQUE MATE


A pesar de que el cristianismo medieval no vio con buenos ojos el ajedrez, pronto se impuso una consideración más tolerante, adecuada al prestigio que el juego tenía entre las clases acomodadas. Por ello no tardaron en aparecer imágenes de clérigos disfrutando del juego, llegando a convertirse, con el paso del tiempo, en un tema muy habitual.

La que mostramos arriba es obra, poco conocida por cierto, de Joaquín María Herrer y Rodríguez, pintor decimonónico español especializado en lo que en su día dio en llamarse "pintura de casacones", esto es: la pintura que tomaba su fuente de inspiración en la vida y costumbres del siglo XVIII.
FICHA TÉCNICA

JAQUE MATE (1887)
JOAQUÍN MARÍA HERRER Y RODRÍGUEZ
ÓLEO SOBRE LIENZO. 148x98 cm.
MUSEO DEL PRADO. CEDIDO EN DEPÓSITO A LA FISCALÍA GENERAL DEL ESTADO