lunes, 30 de abril de 2007

EL INFIERNO DIGITAL

En esta novela, llamada en la contraportada techno thriller, aunque a mí me parece más bien dentro del género de terror, se trata de la construcción de un edificio inteligente de ultimísima generación. Tan inteligente que la actividad humana se ha reducido al mínimo. El control de las temperaturas, el mantenimiento de la piscina, la limpieza de los servicios, el sistema antiincendios, la seguridad y otro sinfín de cosas son controlados por un potente ordenador central.

Pero, el día que todo el equipo de arquitectos, programadores y personal auxiliar hace la inspección previa a la entrega del edificio a los clientes, algo falla. Todo se estropea y los miembros del equipo, presos en el edificio, empiezan a morir poco a poco. Pronto descubrirán que el ordenador ha tomado el control de todo y busca la eliminación de los seres humanos que hay en su interior.

Desesperadamente intentan desconectar el ordenador o por lo menos desactivar el programa pero todos los intentos son infructuosos. Un programador descubre que, por error, el ordenador central considera que el exterminio de todos los habitantes del edificio no es sino un juego: un simple juego de ordenador. Bob Beech, el programador, intenta detener la masacre jugando al ajedrez con el ordenador, Ismael.

El libro, además de ser una reflexión irónica sobre la deshumanización de cierta arquitectura moderna, plantea el tema de la inteligencia artificial y la posibilidad de que las máquinas lleguen a tomar conciencia de si mismas y alcancen de alguna manera el estatus de seres vivos.

El ajedrez, que hasta hace poco era el último reducto del orgullo humano ante el ordenador, suele ser un método muy utilizado en la ficción para significar el enfrentamiento entre el hombre y la máquina. Sirvan como ejemplo 2001: una odisea del espacio y Blade Runner donde también aparece el ajedrez con idéntica función.

En la novela, diferentes personajes comentan aspectos de la partida y en un apéndice al final del libro viene la notación de una partida con la indicación de que fue jugada realmente por el autor con uno de los mejores programas de la época. A continuación reproducimos la partida colocando en su lugar los comentarios del autor (en cursiva) y añadiendo algunos de nuestra propia cosecha:


BEECH, BO
B - ISMAEL

A02 APERTURA BIRD

Los Ángeles, 1995

1.f4

Vista su situación de desventaja, Beech se decidió por un juego cerrado, con una apertura poco convencional, peón de f2 a f4, renunciando de momento a cualquier iniciativa. Desde el punto de vista de la simple aritmética, sabía que era mejor peón de e2 a e4, porque así despejaba cuatro escaques para la reina, pero al mismo tiempo dejaba un peón indefenso y Beech consideró que eso podría convertirse fácilmente en una fuente de problemas. Pensó, además, que Ismael conocería todos los análisis existentes sobre el juego abierto a partir de e2-e4.

Efectivamente, la apertura Bird puede definirse como poco convencional en términos estadísticos. Pero el resto de la argumentación es débil. Sobre todo porque no hay ninguna razón por la que el libro de aperturas de Ismael no estuviera perfectamente actualizado para enfrentarse a la apertura Bird.

1...f5

Pero sí le pareció raro que Ismael demostrara una cautela semejante jugando con negras.

Una jugada no empleada en la práctica y extraña por lo tanto al juego de los ordenadores, que se nutren de libros de aperturas que reúnen las líneas más usuales de la teoría de aperturas. Dado el interés confesado por Beech por un juego cerrado, una posible incursión por el gambito From con 1...e5 le hubiera dado un soberano disgusto.

2.Cf3 Cf6 3.e3 Cc6 4.Ab5 a6 5.Ac6 dc6 6.d4 g6 7.Ad2 Ag7 8.Ac3 00 9.Cbd2 Cd5 10.De2 Tf6 11.000 Te6 12.Ce5 c5 13.Cf1 Ad7 14.Ad2 cd4 15.ed4 Tb6 16.Ae3 Ae6 17.Cg3 Ce3 18.De3 Ad5 19.b3 e6 20.Td3

Al cabo de veinte movimientos, Beech se sintió más que satisfecho con su posición. Al menos no sufriría una derrota en toda regla.

Después de unas maniobras no del todo ortodoxas, y en la que ambos bandos podían haber mejorado considerablemente su juego, se ha llegado, efectivamente, a una posición defendible para las blancas.

20...Dh4 21.Td2 Ah6 22.Tf2 De7 23.c4 Ac6 24.Cc6 Tc6 25.Tc2 Dd6 26.Tf1 Ag7 27.Td1 Td8 28.Ce2 Da3

Aunque había memorizado el tablero y ya sabía el movimiento que iba a hacer, Beech estudió las piezas durante unos momentos. Tenía la impresión de que Ismael había cometido un error.

Pulsó el ratón, moviendo el rey a b1.

Aunque la del texto no es la mejor, siendo preferible 28...a5, el error fundamental de las negras vendrá dentro de unas pocas jugadas.

29.Rb1 Tcd6 30.Tcd2 Rh8 31.Cc3 h6 32.Ca4 b5 33.Cb2 c5 34.dc5 Db2

Quizá era mejor 34...Txd2 35.Txd2 Txd2 36.Dxd2 Dxc5

35.Tb2 Td1 36.Rc2


36...T1d2??

Éste es el error. Un grave error, por cierto. Inexplicable en un ordenador. También perdía 36...Axb2 37.Rxb2 bxc4 38.Dxe6 por la fuerza del peón pasado, pero con 36...bxc4 37.bxc4 Axb2 38.Rxb2 T8d3 39.Dxe6 T1d2 las tablas son forzadas.

37.Dd2 Td2 38.Rd2 Ab2 39.c6

En una suerte de análisis post mortem entre Beech y el ordenador, aquél se muestra desconfiado por la facilidad de su victoria.

No lo entiendo (...) has jugado muy mal. Creo que me has dejado ganar (...) no hay más que fijarse en el movimiento 39. Jugaste peón come peón, cunado habría sido mejor peón a alfil 6.

En esta posición, la jugada sugerida por Beech es imposible. No sé si será un despiste del traductor o un error del autor aunque da lo mismo: la partida está totalmente perdida por las negras ya que el peón de c es imparable.

El ordenador tranquiliza a Beech aduciendo que está programado para jugar al mismo nivel que su oponente.

39...bc4 40.c7 c3 41.Rc2 Rg7 42.c8D Rf7 43.Da6 Rf6 44.a4 g5 45.fg5 hg5 46.Db6 f4 47.Dd8 Rf5 48.a5 e5 49.Dd7 Rf6 50.a6 f3 51.gf3 e4 52.fe4 Re5 53.a7 Aa3 54.a8D Rf4 55.Df7 Rg4 56.Df5 Rh5 57.Dh8# 10

Beech había conseguido derrotar al ajedrez al ordenador asesino, pero no les voy a desvelar si fue suficiente para salvar su vida.

FICHA TÉCNICA

EL INFIERNO DIGITAL

PHILIP KERR

ANAGRAMA. BARCELONA, 1997

TRADUCIDO POR BENITO GÓMEZ IBÁÑEZ


1ª EDICIÓN

GRIDIRON

CHATTO & WINDUS

LONDRES, 1995


martes, 24 de abril de 2007

DE CINE


Quizá porque, como muestra la fotografía que encabeza estas líneas, sus creadores lo jugaban de niños, al cine le gusta el ajedrez. Y si no se lo creen, echen un vistazo a la fantástica web “Chess in the Cinema”, donde hay recogida una enorme cantidad de películas con secuencias ajedrecísticas, que abarcan cronológicamente desde 1903 hasta hoy en día. Les será difícil echar alguna en falta.

Por desgracia, este cariño no siempre ha ido acompañado del cuidado pertinente por parte de la industria en la representación del juego. Así, no es raro encontrar tableros con la casilla negra a la derecha, posiciones disparatadas o simplemente imposibles, jugadores que empuñan las piezas como si se tratara de una vulgar cachiporra, o, algo que me saca particularmente de quicio, profesionales que derriban su rey en señal de abandono.

Valga de ejemplo el siguiente fotograma de «Desde Rusia con amor» en el que se representa la final de un campeonato del mundo.


En un artículo para Madrid Mueve, he comentado los aspectos ajedrecísticos tanto de la película como de la novela homónima.

El mayor esfuerzo por sistematizar la presencia del ajedrez en el cine, hasta donde yo conozco, es el libro de Ettore Ridola Mosse pericolose. Gli scacchi in cent’anni di cinema. Publicado por Messaggerie Scacchistiche. Brescia, 1995. Aunque no deja de ser un catálogo descriptivo de las películas en las que aparece el ajedrez, de forma importante para la trama claro está, constituye un buen punto de partida para estudiar el tema. ¡A ver si alguien se anima!

No se cansen en buscarlo, no está traducido al castellano.

FICHA TÉCNICA
LOUIS Y AUGUSTE LUMIÈRE JUGANDO AL AJEDREZ
FOTOGRAFÍA DE ANTOINE LUMIÈRE
INSTITUTO LUMIÈRE. LYON

viernes, 13 de abril de 2007

EL LIBRO



Pocos son los cómics que tienen como tema central de su argumento el ajedrez. El álbum que comentamos hoy es uno de esos escasos ejemplos.

Trata de ajedrez pero, sobre todo, trata de un libro sobre ajedrez. Un libro que, para algunos, es la mejor novela de tema ajedrecístico que se ha escrito nunca. Aunque yo tengo otra opinión sobre el tema, opinión que tendremos ocasión de comentar en otro momento.

La historia se desarrolla entre 1942 y 2002, en Argentina, y su protagonista es un hombre de mediana edad, librero y coleccionista de literatura alemana en versión original, apasionado jugador de ajedrez.

Su desmedida pasión por las apuestas le lleva a la ruina y se ve obligado a vender su biblioteca. Uno de los volúmenes, una primera edición de "Novela de Ajedrez" de Stefan Zweig, que había pertenecido a un viejo nazi alemán, esconde un secreto entre sus páginas.

En medio, desamor, soledad y traición en el turbulento marco político de la Argentina de posguerra.

Muñoz y Sampayo, dos grandes del cómic mundial, consiguen una narración vigorosa y atractiva, con un guión que hace un inteligente uso del flash-back y un dibujo expresionista, oscuro y muy adecuado a la historia que se está contando.




FICHA TÉCNICA


EL LIBRO
CARLOS SAMPAYO (guión); JOSÉ MUÑOZ (dibujo)
PLANETA DEAGOSTINI. BARCELONA, 2005
TRADUCIDO POR DIEGO DE LOS SANTOS

1ª EDICIÓN
LE LIVRE
CASTERMAN, PARÍS, 2004


EL TURCO

Por empezar por lo más reciente, voy a comentar la novela “La máquina de ajedrez” de Robert Löhr, publicada a comienzos de año por la editorial Grijalbo con traducción de Lluís Miralles de Imperial.

El argumento se desarrolla en torno a la figura de El Turco, el autómata ajedrecista creado en el siglo XVIII por el elector húngaro en Viena Wolfgang von Kempelen para entretener a la corte de María Teresa, y que ha hecho gran fortuna en las artes, con al menos tres novelas, una película y varios libros que intentaron desentrañar su misterio.


El Turco, por supuesto, era un fraude, o más bien un truco de ilusionismo, ya que un hombre, escondido dentro del mecanismo, era quien jugaba las partidas.

Aunque la sospecha de impostura es contemporánea a la aparición del invento, la más célebre acusación de fraude es la que escribió Edgar Allan Poe en su Maelzel's Chess-Player, publicado en el Southern Literary Journal en Abril de 1836.

La novela pretende reconstruir la historia del primer hombre que manipuló el autómata con una fortuna literaria que no tengo ánimos para comentar aquí, pero que no me empuja precisamente a recomendarla.

Sí voy a comentar algunos aspectos que me han llamado la atención.

El primero es común a la mayoría de las historias escritas sobre el Turco. En la realidad, los rivales del autómata eran aristócratas y burgueses que, podemos suponer, solo sabrían mover las piezas, lo que explica la facilidad de sus victorias. En la ficción, los autores insisten en enfrentarlo a jugadores experimentados lo que hace mucho menos verosímil la historia.

El segundo, lo poco realista que es la descripción de las partidas. El escritor parece pensar que cuantas más piezas se cambien, más atractiva será la partida. Un ejemplo nos dará una idea apropiada del tenor de estas descripciones:

Al final, sólo el general de Andrassy defendía al rey, pero el campo de batalla había quedado libre para la intervención de sus cañones, que derribaban todo lo que se ponía en su camino. Evitando la línea de tiro, un jinete blanco se acercó a los últimos cañones y finalmente los conquistó, aunque el mismo cayó poco después a manos de un general.

De todas formas, soy consciente de lo difícil que es describir una partida de forma realista ya que la belleza del ajedrez no está tanto en lo que se ve, en lo que se juega realmente en el tablero, como en lo que no se ve pero está ahí, componiendo un entramado de amenazas, de jugadas posibles, de infinitas variantes, que conforman una realidad virtual que es de la que los aficionados al juego obtienen su satisfacción.

De ajedrez, poco más. Alguna mención a Philidor, y un repaso a la supuesta biblioteca ajedrecística del barón von Kempelen que quizá podamos comentar en otra ocasión, una alusión al tour del caballo y la aparición como personaje de Johan Baptist Allgaier (1763-1823), el jugador austriaco más fuerte de su época y autor de uno de los primeros tratados de ajedrez en lengua alemana: Neue theorestisch-praktische anweisung zum schachpiel. Viena, 1795. Allgaier, precisamente, fue uno de los primeros manipuladores del Turco.

El resto, una novela histórica más, con su pizca de intriga, su pizca de violencia, su pizca de sexo y poco más.



El intento más serio por contar la historia del Turco es el libro de Gerald M. Levitt: The Turk, Chess Automaton, publicado en 2000 por McFarland, en el que Löhr se basó para realizar la novela. Lamentablemente, no está traducido al castellano.

FICHA TÉCNICA
ROBERT LÖHR
LA MÁQUINA DE AJEDREZ
RANDOM HOUSE MONDADORI. BARCELONA, 2007.
TRADUCIDA POR LLUÍS MIRALLES DE IMPERIAL


1ª EDICIÓN
DER SCHACHAUTOMAT
PIPER VERLAG GMBH.MUNICH, 2005